miércoles, 15 de junio de 2011

CUANDO JOSE TUNTAR ELIGIO A UN ESCRITOR

 Jose Tuntar estuvo durante varias horas sentado sobre su almohadón. El reloj que armaba su tiempo  marcaba las 22:30. El día, uno cualquiera, unos de esos días, los que todos vivimos durante el año 2002. Embate de prejuicios en la tele,  éxodos con exhaustas caras .Muchos rayos catódicos provenientes de la Tv le hicieron mal. Comenzó a revolver su casa, no la revolvía, la caminaba, pero por la velocidad de sus pasos, su casa, a su vista, era un desorden. De repente… vio la biblioteca, un libro, ahí, postrado entre varios; lo saco.

El libro sacado por Tuntar fue: Antologías por Jorge Luís Borges “¿Un genial escritor también se permite tributar a otros grandes?” Se preguntó.
 Por el índice  que fue, su pulgar derecho, abrió el libro en la página 372, leyó encantado a un autor ingles llamado Olaf Stapledon. “Lindo titulo, pero impreciso a la razón de estos tiempos” Se dijo nuevamente Jose Tuntar Historias Universales” El nombre del relato. Lo sorprendió la última sentencia, la última oración de este relato,  decía algo así: Todos los universos se ramifican paralelamente dentro del mismo, aun los tiempos, los universos, aun siendo diferentes, se juntan en uno mismo y se hacen varios.
El Sr José Tuntar quería… quería ubicarse en otro mundo, otro tiempo, estaba muy confuso consigo mismo.
De repente… los segundos se detuvieron,  arrastraron a José hacia atrás, sus ganas de recrear otro universo se estaba realizando, se cayo…

 Despertó… ya no estaba en su casa, no, para nada. Una esquina despojada de edificios, entre nieblas y lloviznas hacían resonar otros modismos:

“Usted ah caído en un balurdo ,jejejejeje” Escuchaba José Tuntar.  

Salían de la esquina: voces, risas socarronas. También con traje de gran bacanal salía un compadre. Junto a este salía un  hombre de impronta milonguera bailando tangos de Saborido “Que genial músico, gran pianista” Replicaba José al escuchar su música.

En otra esquina, de la vereda de enfrente… otro hombre, trajeado, engominado; de camisa almidonada, bigotes respingados y dé gestos inefables miraba con atención la escena, no se inmutaba. Jose Tuntar estaba ahí. Se acerco para preguntarle si tenia fuego, estaba asombrado por lo que había pasado. Era otro tiempo,  al cual José Tuntar no pertenecía.

¿Disculpe, tiene fuego? –Le pregunto Jose Tuntar al señor.

-“Vos fumas. No fumes. Yo  vine de la región mesopotámica, la región de la yarará; a los seis años mi padre murió, espicho; como espicharon los indios con la llegada de los colonizadores. Flaco no te permitas morir sin tu Nación, sin tu tango, no te permitas buscar mas allá del ancho Rio de la plata tu manera pa vivir. El gringo Juan de Solis y sus barcos tocaron  a cielo limpio el puerto de nuestro rio. Bajaron más gringos. Fuma del tabaco que crece y no de ese paquete” Replico aquel señor

¿No entiendo? Contesto José

“Hay barcos que han llegado; sus proas sevillanas tocaron el puerto, lanzaron sus anclas ¿Has visto esto?  Esto es Palermo, más allá muchacho, en el sur, esta la boca, un barrio, allá hasta hace poco tiempo el malambo, el candombe, el tango negro se bailaba, ahora se baila sevillana . La Nación esta espichando con tabaco gringo, se esta yendo el porteño. Juan de Solis nos trajo trucos, gringos, nacimiento de criollos y flores, nos dio vino, carne ¡Su calle ahora por inaugurarse se llamará Solis! En fin, somos porteños ¿Entendes?”- Pregunto-

 Jose Tuntar se tambaleo, bajo la mirada y respondió: “Si. Es muy conocido, yo conozco esa calle Solis, es más hay un cuento de un escritor ¡Gran escritor! Llamado Jorge Luís Borges qué en forma de poema refiere a esto que usted dice. El poema se llama (Fundación mítica de la ciudad de la ciudad de Bs.As) Del libro: Evaristo Carriego”.

-¿Cómo se llama el libro?- Con Ojos grandes y vociferando, pregunto

“Evaristo Carriego, señor”-Respondió Jose Tuntar con una mirada aniñada

 “¡Esa persona soy yo!” Replico el señor de camisa almidonada. “Lo conozco a ese muchacho Borges, es un excelente escritor, lo tildan de simbolista, universalista y varias cosas más. Es más ¿Escuchas esas voces?”

“¡Flor, contraflor al partido!” – Se escuchaba desde adentro de los  almacenes de enfrente. Grandes almacenes que vendían vinos rosados, claretes y tintos.

“Ahí debe estar ese Borges fundando su alegría con el truco, sale todos los días a jugar, es hijo de criollos, es un porteño de este barrio hermoso, anda siempre por las calles Serrano y Paraguay, mira mucho a la gente, como yo. Me sorprendió la vez pasada como miro a los caballeros de aquel auto negro fumar habanos. Acá a la vuelta recita algunos poemas suyos, acá, en una manzana despoblada, es un gringuito alfabetizado” Comento aquel señor

 A lo que José Tuntar pregunto: ¿Usted habla con el?                

“No, no hablo, me da la impresión que es un Juan Díaz de Solís, habla el ingles muy bien, me da miedo, habla de las posibilidades de sembrar rosas en el desierto y de que el humo de los habanos que el ve, cuando se entrecruzan con en el truco, purifican el ambiente ¡Medio raro!”
El señor se acomodo el cuello de su camisa y le dijo a José: “Bueno es hora de irme,  disfruta de mi barrio y de esta rara cultura, mezclada. Recordá que en algún futuro aquí habrá edificios y varios gringos más, y se llamaran porteños"

Ese señor que decía llamarse Evaristo Carriego y Jose Tuntar se habían saludado.

Jose Tuntar lo había  escuchado,  había hablado, había visto todo, de la vereda de enfrente. Se quedó pensando, allá por el año 29; año en el que el golpe, después de la lectura, lo había depositado en ese almanaque que el quería ¿Que barrió sería ese? ¿Seria Palermo realmente?

 El otro libro que sostenía a las Antologías Borgeanas era también de Jorge Luís Borges, llamado: Evaristo Carriego.

Ahora Jose Tuntar sabe por que un gran escritor, cuestionado, tributa a otro. Si Evaristo Carriego se hubiese enterado de la admiración que Borges le tenía; tal vez se habría acercado a Borges. Lo raro de este relato es que Evaristo Carriego murió el  13 de octubre de 1912, gran escritor comentan que fue.
Dicen ahora que:
Nuestro querido Jose Tuntar no volvió jamás al año 2002. Se dio la el gusto de quedarse allí, en ese año, en el 29, sin tele y con más códigos, entre criollos, gringos o porteños; en un crisol de identidad única ; esperando a Borges para saludarlo por su “Fundación mítica de BS.AS”  y para decirle que el haber hablado con Evaristo hizo que José entendiera aquel poema. Ahora, en fin, como hubiese dicho Jorge Luís Borges “Jose Tuntar recuerda su futuro”


4 comentarios:

  1. HOLA, LOCO. ESTOY LEYENDO TU ''CUANDO JOSE TUNTAR ELIGIO A UN ESCRITOR'' SI NO TE IMPORTA, VOY A SENTARME EN LA PLATEA DE TUS SEGUIDORES PARA PODER VER MÁS DE CERCA LO Q’ TIENES PARA DECIR ..

    P.D. EL PRÓXIMO 31 DE OCTUBRE TE ESPERO EN “EL HECHIZO” ;)
    SALUDOS..

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  2. Amigo. Es un gusto poder compartirnos las cosas que tenemos para decir.

    El 31 de Octubre, ahí estaré.

    Abrazo!

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  3. Y sabes por ke me deje la baraba ???? PARA SER SHO MISMO (ARBOLENGO DIXIT )

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arbolengo