lunes, 29 de noviembre de 2010

DECAPITAR EL TIEMPO

TAREA A REALIZADA:

Pensado en alejarse de lo duro, de lo tétrico, enroló su vida junto a una pila inconmensurable de epítetos envueltos en corbatas viejas.

Tomo las llaves de la ignición, fue hasta auto, desgarró sus bisagras, las puertas cayeron. Rió y huyo… acelerándose en fantasías consensuadas por la masa. Aquel, que había pensado, reacciono a la inerte acción. Salio por una puerta de madera, ubicada detrás del auto que había esbozado. Los tiempos de su cocción habían quedado comandados por los diversos microondas que habitaban su casa, proferían sus mensajes, con detalles, a través del plato rápido. Dejo todo esto, tapándolo, lo sementó. Se propuso cambiar todo modelo a uno nuevo e ignoto, vale repetir, modelo.

Había una estructura de quejas noblemente capitales, solemne a todo espacio de sentido que abogaba aquel modelo.Detrás del minuto quejón que al lo había dejado, parado, vislumbrando la escena desde otro lugar, estaba aquello. Pudo escapar. Lo alejaron sus paredes. Quedo solo. Comenzó, dicen algunos, a circunscribir su vida en la introspección permanente, hechizo cada fantasía en el letargo, en la espera; en los inviernos y en las esquinas frías que había pensado. Su relato terminaba, lo había previsto dos días antes de querer alejarse.

Alguien grito. Se paro. Profusamente yerto ,quedó, al escuchar un reloj musitando algún segundeo.

Pagó y dio las gracias. Siguió. Repetirá la tarea

martes, 16 de noviembre de 2010

ABRUMA

La bruma abruma lo brusco, lo encantado…

“¡Momento!” Una voz en esa bruma

Embruma el diáfano eclipse solar

Sus ojos ven su ignominia, su peste

“¿Como?” Un niño pregunta su olvido

Un callejón abrupto, ve su bajar

Se lleva, los lleva. La bruma se ofusca

Se hacen anaqueles de antaño

Vituperan al Sr. psicotrópico. La bruma

Abrumada la bruma sigue, se explaya

Todos corren. Una pared la divisa

Se cae, sale un tren de un ladrillo negro

La bruma persigue al tren

El tren corre exacerbado; ruge su fin en barreras

El momento aquel dejo de serlo

Ya paso el tren

Se exacerbaron “¿Quiénes?”

Otra voz “¡Polisemia!”

A través de mil lenguas, viaja

Vuelve. Persigue un cantar pirineo

Entra a una casa

Bibliotecas, ve

Se detiene, etérea, pero visible

Abre el libro de los sermones pueriles

La seduce un soneto, su canto... el autor

Se enamora…

La bruma pierde su existencia

miércoles, 10 de noviembre de 2010

UN GUSTO PASE

Sobre verdes platos surgen los antagonismos por el problema de la pimienta.

La sal pretende estimular con su valor las caras opacas de cualquier comensal, se alejan, corriendo por debajo de la mesa; de los puerros, muy calientes protegen sus lagrimales tapándose con los dedos el vértice que musita sobre sus narices, y de un chef delincuente, también escapan… ladrón de hornallas que con agallas, fuego roba, en el tiempo en el que el gas discurre por el tubo digestivo de la ulcera ideal

No se podrá dejar de lado la cantidad de rollos de cocina que, sin pudores limpian muecas, borran aquello de lo que se gusto, lo que fue un resabio con dejo a sabio

Recuerdo un eres, detrás de tu gorro remilgado, ávido de asepsia cuando entrando con meticulosa irrupción no quisiste ser hueso, sentir hueso…

Buscando perros para jugarte, para pasearte, sobre la costumbre del tirón elástico

Prefigurando un drama desde lo indisoluble

Entre el ocio y la costumbre

Hubiese

Largado

Profundo

A lo hondo

Y del lado

La respuesta

Los perros estaban fuera, esperando el banquete sobre una mesa

Entre el cordón y su acera

Los autos pasaban detrás de la pregunta aquella

Del extraño dibujo

Etérea

Palabra

Un gusto, pase ¿Ahora como se siente?

“De la misma manera, tal vez un poco decantado, tamizado, medio liquido, pero pasé”