martes, 31 de agosto de 2021

Lindo día



Hoy es un hermoso día para tapar el hábito
, para dejarlo maltrecho en un rincón,
para salir a la calle y darse a fondo con el aire que viene de por ahí.
Hoy es un hermoso día para bosquejar una pequeña revolución dentro de la lógica burguesa que nos sujeta
, pero para salir con las oficinas a la calle
, para situar los escritorios en las veredas
; cargar excels
, atender llamados
, mandar e-mails y tomar pedidos del jefe
, al lado del cordón.
Que el transeúnte camine por los techos.
Hoy es un hermoso día, hay sol.
Se ve el mar
Principio de toda vida

La marea saluda

La diferencia entre el nadador y el guardavidas de mar es que el primero nada para salvarse y el segundo nada para salvar. 
Cuando ambas categorías se juntan en la misma persona, la marea se apresura para saludar al hermoso ser.

viernes, 27 de agosto de 2021

"Mañana vengo"



Juan José Baldo, vendía garrafas en su Rastrojero. Recorría el pueblo desde la mañana hasta la tardecita; momento en el cual detenía su camioneta en 10 y 36. Ahí, ante el crepúsculo en el oeste, por detrás de lo de Pelosso, calculadora en mano Casio y libreta, sacaba las cuentas del día. En cada visita a vecin@s de 25 de Mayo fabricaba un mundo extraordinario por encima del ordinario cotidiano para divertirse y soportar el tedio. Amaba acompañarlo, tengo cada recuerdo en mi cuerpo. Los fines de semana nos llevaba a mirar el Arroyo del Gato y nos decía que los reyes se habían encajado en el fondo, por lo que iban demorarse para el seis de enero. Cuando tenía tres años nos llevó a conocer el mar. Fuimos a Necochea, lugar de fuertes vientos y aguas vivas costeras carentes de filamentos; sitio de corridas y de excavaciones con palas de plástico y baldecitos de arena que nos permitían llegar a Japón con solo perforar 1 metro. Y ahí, con la espuma en nuestro pies, en los primeros diálogos con el atlántico, en un lenguaje que él nos fabricaba, no fuimos; sino que somos felices
Mi abuelo: Niño con perfil de adulto, eterno.



miércoles, 25 de agosto de 2021

Bocha y Osvaldo



Bocha y Osvaldo hace veinte se jubilaron. 
Dejaron de ejercer su trabajo de guardavidas, pero no su amor por el mar. 
¿Qué digo? Si amar se aleja del verbo ejercer. 
La amistad no es desempeño, sino sentimiento.
En Mar del plata, durante todo el año, Bocha de 73 y Osvaldo de 61
, jóvenes, 
nadan a diario.
Supongo que se encuentran con un mar en el que no se bañan y bañaron las mismas veces todos los días. No les pregunté; debería.
Ambos
, amigos
, surcan partes de un océano mutante y pletórico de trascendencias 
en formas de viento, peces, deriva y sal
; que los eternizará en futuras olas.

martes, 24 de agosto de 2021

No es por ahí



Levantarse temprano
tipo 6
la ansiedad enciende un cigarro
mirar por la ventana
no hay mar
solo humo y ceniza
y un pedazo de cemento que antecede a la casa del vecino regada por artan
9 de la mañana preparás la cena
no hay mar
no hay nada
ni adentro cuerpo ni afuera cuerpo
la ceniza dio contra la construcción lindera
polvo y gris
cenar a las 11
antes de la hora sin sombra
sobremesa de no hay

Lobo haiku



Lobo marino,
descansa en el puerto.
Se tira al mar.

miércoles, 18 de agosto de 2021

Pronto

Pronto estaré en el mar
Ligero
dentro mío
Desafiando las olas que tanto estigma han sufrido por quienes no conocen sobre filtrar olas primeras
y por aquellos que ignoran el ardor de fuego-agua que tienen detrás de la rompiente
Pronto estaré en el mar
Nadándome lejos de toda media naranja terrestre que tanto intenta hundirnos por costumbre
nadando lejos de la realidad ordinaria que impide respirar
Pronto estaré en el mar
Flotibernado y braceando
Sobre otro símbolo de apego
Deseo
amor
Pronto estaré en el mar
Océano polifónico mujer
Abrazame, marajeada
Te siento

lunes, 16 de agosto de 2021

XOLAS



El amor no tiene género
Mar mujer, padre oceáno
, monstruo belleza de amplias libertades
que ahoga lo finito: la palabra y sus artículos que ordenan.

lunes, 9 de agosto de 2021

Gordo

 



He comido mucho durante toda mi vida y lo sigo haciendo.

Durante mucho tiempo fui gordo.

Cuando comencé a serlo, me lo decían y enseguida me enojaba

, y capaz me iba a las manos.

Después no me quedó otra que aceptar las gastadas de una sociedad que se desconoce y de reírme de mi mismo.

Llegó a gustarme que me dijeran "puflo", “bola”, “gomón”, “beluga” y demás cosas.

Si, era todo eso y te llevaba a la hipérbole del enunciado en cuanto adjetivo.

Gordo

, pelo largo

, sin pelos

, cachetes rosados

, tetón.

Una especie de jabalí depilado

o de Bonadeo bonaerense (me cabía el gordo).

Al momento de entretener a mis compañeros

, escondía cartucheras en mi panza.

También he comido hasta reventar.

Unos de los records

, con 15 años: 13 empanadas caseras, fritas, de carne de vaca, hechas por mi abuela y cuatro milas a la napolitana, también caseras.

Otro: volviendo de Córdoba

, en La Carlota

, era el único de mi familia que pesaba la comida y metía casi cerca de kilo y medio cuando los demás conocían solo la medida gramo.

He festejado al enterarme que se iba a comer buseca

o puchero de chancho

, o asado

, o parrillada

, o arroz con pollo o mariscos.

Mi vieja me llevaba a la nutricionista porque crecía para los costados

y yo me escapaba a la casa de pepe (mi amigo) a comer chorizo o bondiola a las dos de la tarde.

O

capaz que cenaba asado los sábados

y me iba a lo de cacho y me clavaba de postre una mila completa con salsa casera.

Y me identificaba con Chris Farley o con Belushi.

Con el tiempo

, algunos alimentos (muchos)

se extinguen en medio de la cotidianeidad más apresurada y optamos por otros que son maravillosos.

Una ensalada

, legumbres

, milanesas al horno

, tartas

, arroz

, limón

, banana

, lavanda

, semillas

, cebolla

, ajo

, etc.

Pero, en definitiva

, sé lo que es ser gordo y disfrutar dionisiacamente de la comida hasta escuchar cómo se sube de peso.

Los domingos

, de entrada

, pastas,

y después se veía si se morfaba pollo o carne al horno con papas (crecí en una familia en la que el "primo piato" era infaltable).

Ayer por la tarde regresé a mi gordura.

La vi cuando mi vieja puso la fuente con tallarines y salsa sobre la mesa.

Fermín

, el sobrino de dos años

, miró la fuente

, sonrió y festejó.

Yo le hice la segunda y lo acompañé.

En relidad, tod@s l@s que estábamos en la mesa.

Y

, si,

morfamos.

Me pregunto si será que las familias necesitan de un gordo que engorde carcajadas.

No sé.

En cuanto a vos

, fermincho o "chicho",

como ya te dice tu hermano mayor

, disfrutá y hacé deporte.

Epílogo, familia reunida.

Aclaración: quien lea esto como una apología al exceso desconoce la belleza de la cocina, del comer y del aprendizaje que ella demanda para con nuestros cuerpos