jueves, 21 de enero de 2021

A Thomas Merton



En este descampado profusamente verde que construí en mi hemisferio izquierdo
aprendí a dormir de nuevo
acá no soy, ya, un forastero
los árboles, la noche y la lluvia, me conocen.
No pasa lo mismo ante los edificios y calles de las grandes ciudades
Ahí, en esa baraúnda que se pretende colectiva, soy un extraño que se presenta en forma de plástico
con DNI en mano
impedido de captar toda realidad externa
interna

miércoles, 13 de enero de 2021

domingo, 10 de enero de 2021

Triunfa el mercado de pases

Ya nada es lo mismo. Transitás la calle y te invade la nostalgia. Las personas pseudo-contentas salen de la concentración que ofrecen los supermercados y llevan dentro de las bolsas plásticas mojigatos sifones de soda. Esos, los transparentes, los que no tienen ninguna red de plástico que recubra el envase; los que carecen del sonido de soda siendo eyectada hacia el mundo. Ya no es lo mismo, la musculosa del sodero se fugó quién sabe dónde, junto al gasolero sin puertas; aquel camión que le permitía a la persona subirse en movimiento y convertirse en "sodero". Ya no es lo mismo. No hay mística, no hay épica. Triunfa el mercado de pases.

viernes, 8 de enero de 2021

A veces



Un perro cruza una paloma
y se come la calle
,mientras ladra la brea que divide pedazos de cemento.
Henchido en hojarascas
, el cordón de uno de los lados, levita
El pie de yunque del vecino que sale al lugar
, lo pisa.
Impide la posibilidad de lo extraordinario.

jueves, 7 de enero de 2021

La costa

Nadaremos los 3 mil metros. Nadaremos hasta la mitad, soltaremos el aire, nos sumergiremos y nos quedaremos ahí, un rato, junto a la fauna lagunera, sobre sillas de endebles ortigas, escuchando esa banda que jamás dejó de sonar en el fondo del espejo de agua. Subiremos, burbujeantes, y nadaremos la mitad restante. Llegaremos, claro está, detrás de una incómoda pregunta colectiva : "¿Por qué la costa?".

martes, 5 de enero de 2021

Breve escrito sobre el año de la pandemia

Ha sido un año horrible; el peor. Muchas personas fallecieron a causa de este virus y, en paralelo, urdiendo una punta de la historia siempre oscura, el tiraposta que discute todo cuando no hay recetas para salvarse. Nunca. Un aplauso sin sonido a estos opinólogos y a los sommelieres de vacunas que ganaron la escena; a esos que no tuvieron en cuenta en sus posteos o notas en medios digitales o impresos, a los familiares de las personas muertas por esta peste. Algo que pasa siempre; y la audiencia siente; no es sólo un número. Salud mental.
Ha sido un año en el que muchas personas perdieron sus laburos de manera completa o parcial, en el que se presentó el tándem divisible economía o salud.
Ha sido un año en el cual muchas y muchos se enteraron de los sistemas de vigilancia o control (leer posdata de Deleuze) en el 2021, pero desde una licuadora que hilvana ingredientes que no maridan y presenta una torta que no ligó, faltó huevos, fundamentos.
Ha sido un año en el cual la certeza se fugó y no está, o, tal vez, nunca estuvo porque fue quimera para caminar en ciertas direcciones.
Ha sido un año análogo a eso de nadar, a lo de no hundirse, a eso de mantenerse a flote en la búsqueda de la tierra firme.
Ha sido un año en el que pensé que Roy Batty, el personaje encarnado por Rutger Hauer en Blade Runner, hubiese sido el primero en guardarse, ponerse el barbijo, defender la salud pública, cuestionar a los medios que ignoran que las audiencias también se componen por personas que sienten y cuidarse hasta que la peste pase, porque él, aun siendo un replicante (robot), deseaba vivir.
Ha sido un año nefasto. Espero que en el 2021 tengas salud y laburo.
Y que todos los terribles momentos vividos hasta ahora, no se pierdan en el tiempo como lágrimas en la lluvia.
Me gusta
Comentar
Compartir

lunes, 4 de enero de 2021

Relato sobre el ahogo



Pretende ponerse jugar como quien no ve nada, no sabe nada, porque nada está hecho para que esa persona lo comprenda. Infiere y da sentido a sólo tres palabras, y con ellas arma su mundo. Estos vocablos se presentan con el sonido de: Pacto, lucha e itinerario.
Comienza su viaje sin contar el tiempo que éste le lleva. No le sale nada, nada de nada. No ve nada, no siente nada, no entiende nada. La nada le dibujó un universo de nada. La nada en los besos, la nada en los abrazos, la nada ante el por qué de la risa. Come nada, bebe nada. Los otros… nada, los ignora. Una pulsión de nada lo lleva a pensar en nada. El todo es una quimera desde su nada. Teje naderias y se ahoga entre ellas por no saber nadar entre la nada. Estalla su mandíbula contra algo duro que él interpreta como nada, pero no le pasa nada porque advierte que no hay nada en esa acción que podemos interpretar como violenta. Su voz pronuncia oraciones con nada, “nada por aquí, nada por allá”, dice, argumentando que no hay “ningún significado”. En un desierto de nada elabora su ruta hacia un lugar donde sabe que no puede haber “nada”. Transita en él los sonidos de la “nada” y con su vista coloca sus ojos en dirección hacia “nada”.
En una especie de encrucijada, el lenguaje se presenta como desafío para correrlo de esa nada. Lo persigue. Comienza su lucha por sentir algo. Un ápice de su existencia le indica que la nada no es desesperante. Arma, en color naranja, un concepto sobre la palabra simpatía: Es un elefante sobre una mesada comiendo hamburguesas, lo dibuja y se ríe. Prefiere convivir en un pacto que arma con otro que le dijo que es sujeto percibido por otro. Llora y ríe. Vuelve. Recibe un pellizco del tedio. Se acostumbra, y todo deja de ser un encantador relato sobre el ahogo.

La mujer hace asado



Ella se eleva a la cima y salta al vacío
Cae… enciende el fuego
Ante un acero forjado y soldado por el patriarcado, ubica cada corte de carne
Le pone un cacho de tapa a la cultura machista
La sala con gruesa sal y no entrefina, y femenina parrillera
Se encendió
,su propio fuego,
chispa de mujer.

Ubica las brasas
Mollejas, riñones, ubre, mucha ubre de hembra que asa.

Y el chinchulín, no falta
,en sus curvas viaja su deseo de ver a un hombre poner los platos
Cruje, con limón, tostadito
Establece la diferencia
Renace chinchulina.

Ella dejó de pararse ante las góndolas del súper, poner la mesa y preparar la ensalada.

La mujer, hace asado

sábado, 2 de enero de 2021

Descargo



En el pueblo
algunos autos, camionetas, motos
,andan a más de 60 km
,en zona urbana
Merecemos ahogarnos en profundas lagunas de petròleo.
Fósil necesario para la combustión del rodado que conduce la persona inconsciente.
Hundirnos en él sin posibilidad de bocanada
para aprender a decrecernos
Solo lagunas, estuarios de oro negro y que don petróleo, desde una posible antropomorfia con ribetes racionales y sensibles
,construya a partir de esa nada que fue a toda velocidad.

Quien nada, dice



La poesía no se ahoga.
Es búsqueda y levantada de cabeza
,ante tanta palabra
,sin deriva
,en un simulacro de mar sin sal
,sin viento
,sin olas
,que no dice.