jueves, 28 de febrero de 2013

Sin este momento


Debajo del arquetipo del tiempo, los aullidos traban el tictac de un reloj.
Parece una zona sin respuestas, con futuros bailes primales, abogando por contestar las preguntas que surgen del bosquejo de una encrucijada.
El sonido gutural de una persona orquestada por los hechos anteriores, subyace la tierra. Un germen verde se gesta. Imita la cima de un  rascacielos; mientras diversas cabezas, suspendidas  desde el germen, gritan exigiendo un lugar para apoyarse.
Este sitio, no vive; se desglosa poco a poco.
La noción de área y espacio viaja por un desconocido concepto sobre las dimensiones.
Nadie puede hallarse.

Y un par de anclas al aire
Se hunden en  un suspiro.


En un lugar para amimarse


En el mustio vasto marco
Yacen…
Grandes dedos; unos… delicados

Sus serenos dígitos
Sellan
Un paseo por el recelo
Y sobre este
Largas uñas, se mueven, rechinan
Con el final efecto
Quedan  lijadas y quietas

Sus palmas, con marcas adornadas  por el mito de un revestido azaroso
Cierran el puño
De un confundido snobismo

 El entreabrirse y cerrar de sus ojos
Sueltan el rimel , descendiendo por sus mejillas
Las lágrimas, lo saben
  Por el intento de autobesarse
En un incorrecto beso solitario   
Y las uniones, las comisuras, engullen su líquido labio vació-violeta

 En el mustio vasto marco
Guarda el rouge en sus botas
Se alimona su boca
Reposa…
Camina
 Oye tacto
Afeita su abrazo
 Mece su bigote


Alejado ya de NORMA
En el mustio vasto marco
 Un cuerpo partido
Yace…
En un lugar para amimarse



BORBERONBÉ


A veces me siento un poco desbordado, un poco border. Algo ronda, necesito alguien que sepa bordar mi cabeza. Necesito ir a jugar con una sonrisa hacia un nuevo hilo de donde pender; no quiero agujas, quiero aprehender el conocimiento de bordar lo bordeable.
Hay días en lo que me siento pincho, me siento aguja plateada de nosocomio de lata; porque nadie borda a la aguja, nadie somete su aguja a su propio pinchazo; ni siquiera el camoatí con su aguijón, volando, sobre el pasto. Ese camoatí teme a la bordeadora que modifica la selva de su libertad.
A veces el camoatí es border, por que ve la bordeaora tirando el pasto, esculpiendo el jardín de plata.
A veces se siente, se promete, se conjura, se ama, se analiza, se fecunda, se abraza, se golpea, se rajan los ovarios de la tentación cristiana, se resuelven acordes,  se resuelven bordes, bordeando… con la bordudez de algún border.

Relaxagueo


La piel desiste al choque
Abandona el génesis, por ahí
Corre tras el velo del beso

Se hace fin en el comienzo de tu mirada
Del simulacro surgen ecos
Duelos y dices, con risas
En tus vueltas finges la soltura

En aires de polos fríos vi pasar
Ríos,  candidos, de pupilas que mojaban el sol
Y tupías el cerrojo en el grito de mi pasillo

Viendo pasar carabelas, travesías
Dibujas nutriendo tu mar
Tu oda es de agua
Hay parodias vagabundas