Renuentes dichos
Abrigados por la
lengua
Limpios, sin alzar
Cubren salivas
Luchan
Y con estridentes
lapsos retóricos
Dan mimos al aire de
un fonema que se expulsa en ecos
Relojean pasados
Presentes, agujas,
pinchazos
El verbo espera sentado,
Lucha con un tropo
que enferma sus labios,
Olvida su nombre,
Ante un giro devuelto,
Por el cielo de cara
al infinito
Pujan, rearman, y
enumeran
Estrofas sin letras
Versos, tercos,
lerdos…
Fluctúan ante un
–todo- para hacerse en mensajes
Cuando el retorno circular
de lo antes enunciado
Los devuelve
A sus lugares