Plusbelle en la bañera,
zozobra el anhelo de sencillez de antaño.
Reencuentro que enaltece la palabra,
ritual que resiste y alimenta el ideal de la simpleza.
Naturaleza viva y reproductiva,
caldo y génesis de ese otre multicolor.
Planta medicinal de la vida compartida,
caricia sensible de olor y tacto.
Diálogos profundos de nuestra esencia,
incomodidad genuina que me invitás a habitar.
El agradecimiento como bandera,
baña la dicha del tiempo presente.
Volver a ser océano sin nostalgia ni etiquetas,
contemplando los ciclos naturales
como Revolución (Tierra) del nuevo vínculo.
Volver a ser océano con otres,
deconstrucción inesperada y hermosa
que me invitás a habitar.
Libertad de otrora como demanda,
tu alma sana y se eleva hacia
ese infinito atemporal de la especie.
Atahualpa como idea de no pertenencia mundana,
atemporalidad que nos enseña a ser mejores,
idea de Amor.
Jamás soltaré las banderas ni los grafitis
espirituales de nuestro mundo.
Banderas remendadas y reconstruidas
desde el cuidado más noble y genuino,
me defienden y me cuidan del gorila de las pampas
y me enseñan a Ser mejor.
Autor: Joaquín Carmone
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