lunes, 28 de diciembre de 2020
Compras
Esta tarde iré al súper
, caminaré entre la góndolas (poco me gusta)
Compraré todo lo que no me hace falta.
jueves, 24 de diciembre de 2020
Haikus
A nadar vamos
Luz calma de sal
Llueve con luna
El ternero rumiante
Trota al cielo.
lunes, 21 de diciembre de 2020
MÁS NUNCA HAS DE VOLVER
Son estas páginas
hechas de la sombra
donde no encuentro el farol
y si al estar por allí
con un pie en el abismo
entonces sabré que se trata de una mesa
sostenida en una letra desnuda.
No diré más que silencio
como el fantasma de un árbol
seco y solitario
que aún ido
muestra su sombra.
No diré más
que catatónico
sea éste
el discurso de la ausencia.
No diré de tus palabras
que expían del río
la pintura
el coral
y el perfume imantado que transita
oxidando el desierto
y que al llegar a las calles marginales
trepan los cables anómalos y eléctricos
Y con tu puño de lava
dibuja el asfalto en humo
y los días negros en blasfemias
cuando la palabra
alcanza el mar
el cielo
el día venidero
y todos mueran
mientras tu vagabundo.
Anoche murieron las horas
los semáforos apagados
cuando despertabas efímero
y el mundo zombi
y los zombies dormían.
Y he padecido
en pensar
en escribir
sabiendo que más nunca
nunca has de leer
éstos pensamientos.
Dedicado al poeta Mayor... Enrique Verastegui.
Por su sensible fallecimiento.
Cajamarca-28/julio/2018
Autor: Moshenga VIII@Julio 2018.
domingo, 13 de diciembre de 2020
martes, 1 de diciembre de 2020
Acróstico a Maradona
De la lejana
Inglaterra y
En todas partes del mundo se oyen
Gritos y
Ovaciones.
Acá y allá
Ruedan lágrimas
Mañanas,
Atardeceres,
Noches.
Diego:
Oirás por todos lados
Muestras de
Amor sin
Rencores.
Ahora,
Descansá tranquilo
O despertá y hacé goles.
Nadie perturbe tu calma
As de todos los campeones!
Autora: Graciela García
Ese amigo que no está
Anteayer por la tardé nadé en la laguna de Todos Los Santos.
Roman Vaudagna me acompañaba al lado en su kayak (ya había nadado). Pensaba en un amigo que ya no está, todo el tiempo, durante cada brazada y giro de cabeza apuntando al sol. En el regreso, la epifanía: algo grande saltó, pegó en mi espalda y continuó su curso. No lo ví y me sorprendí. Me detuve para saber si había sido algún elemento de la persona que hacía kite surf cerca nuestro. Román se rió. Sorprendido me dijo "una carpa así (representó el tamaño con sus manos), como de unos 9 kilos, leo". Agradecí ese saludo. No pasa seguido.