Junto a mis hermanos, al Rastrojero que tenía mi viejo, le decíamos "tijero". A la distancia temporal lo pienso y nunca sabré el motivo de tal nominación. Sonaba lindo. No es que desde la niñez se nos presentaba como una mezcla de camioneta nacional con hoja móvil y fija de tijera en reemplazo de sus puertas, o tal vez si; no lo sé.
El asunto es que siempre llegué hasta Japón cuando viajé de niño, a Necochea, en el tan querido "tijero".
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arbolengo