No escribo por no tener que decir uniéndome a bosquejos melodramáticos o discursos con aceite en uso para escribir.
No escribo.
No escribo por que me detengo ante lo que tuve, pero lo dejo huir y por eso…
No escribo.
No escribo, por que la historia que se nutre de místicos cuentos disipados por el fuego de una chispa inadecuadamente racional ,que la ha velado, pretende decirnos lo mismo "Ilumina, escribe, ilustra"
No ilustro
No escribo
No escribo por que la hoja es la censura ante mi manera de querer contar vestidos blancos, por que me sugiere quien los tiene que vestir y por que es ella quien reclama el estilo del vestido que será, de la trama, el protagonista, por eso..
No escribo.
No escribo por que los cambios se acuñan en la expresión de un devenir dócil, tedioso , con el avance del tiempo
No escribo
No escribo por que no hubo, ni hubieron y no los hube escribiendo
Por esto no escribo
No escribo por que soy y somos; nos contamos y pudiendo ser así, entonces, que fluya la verba
¡Que se hable!
No escribo por no escribir lo que se puede escribir
No escribo por haberme quedado atrapado en sinonimias para abrir un solo mundo
confinado en cercos polisemicos y no plurales
Y así es
Y no escribo por no subir y bajar, por desear y quedarme parcial en el goce siendo siempre detrás del deseo
Por esto no escribo
No escribo para no contar fabulas aterciopeladas que podrían servirse en platos para la ingesta del déspota que desdeña, al final, la moraleja
No escribo
No escribo para no entenderme escrito entre estas palabras, difíciles, de asir