Se dejan ir, se ensordecen
Se miran despojados de penumbras
Hacen marcas, en rocas, que reciben agua
Mientras el refluir del rio
Choca, chapotea y refulge en gotas rudas
Dibujan la calma por tragar la nada que eligen mostrar
A los tumbos, en una oración, perecen y renacen
El melodrama los recoge
Se convierten en el trágico género de una idea consumida
Quieren aplausos
No hay bastidores, ni pantallas
No hay focos
No hay planos ajustados al ojo de las mil formas para ver amar
Y en el último beso germina la semilla del vapor que fueron
El sol los cubre
Los calienta
Les da luz
Se cristalizan
Y vuelven
Renacen
Se alcanzan
Se subliman
Se subliman
Y el viento de una pagina anterior
Los sopla
No están
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arbolengo