Se me hace imposible describir en un nota todo lo que aconteció en mi ,el 18 de Marzo del 2012, cuando un estadio de River plagado de letras, discursos y figuras alegóricas sobre los fracasos de la modernidad, fueron interpretados por Roger Waters.
Ya hubieron varias descripciones; pero como pasa siempre, algo más, se puede decir.
Para eso, lo dejo a el.
Hola. Mi nombre es David
Recuerdo que junto a fito fui a ver "The wall ", y recuerdo dicho disco conceptual cuando junto a mi viejo, lo escuchábamos.
Recuerdo que un muro, bajo la interpretación de Alan Parker, valió para que un pinky adormecido y temeroso, naciera en el cine.
Recuerdo los helicópteros, aviones y gritos que surgían de cada parlante, con sonido 5.1 en el estadio
Recuerdo haber visto la disciplina de un destellante muro bajo la popular visitante, cuando un Confortably numb explorado, hacía que derivara en mi un - no oigas, mira-
Recuerdo haber tratado de cantar, pero el resto del publico no lo descubría; anestesiados y con pupilas tipo pinky , sobre espacios vacíos, estaban.
Recuerdo al juez que libero la segunda parte del show para un fluir armónico, melódico; para que Waters siguiera pregonando que los muros aparecen, pero que siempre, podrán caer.
Recuerdo que la sociedad identificada como animales puede construir, de antemano, dichos muros.
Recuerdo a Pink Floyd; recuerdo su pulso y su necesidad permanente por inmiscuirse y llegar a los mundos de Syd.
Recuerdo las extensiones, las ideas y la música de cada disco, que haya hecho que esta banda sea tan prolifíca y se reproduzca tanto, con el pasar del tiempo.
Recuerdo que Benjamín dijo que la industria cultural no era maliciosa.
Recuerdo que The wall llego a más personas.
Recuerdo haber visto un gran show.
Ojala, tomemos conciencia.
No más.
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arbolengo