martes, 27 de febrero de 2024

La Boleta de la Vida

Hay esperanza en el pueblo. Muchos pájaros cantan en la mañana. Victorioso trinar ante el veneno impaciente que apunta a mojar sus alas. Iconoclasta, Invertido, cabeza abajo, sosteniéndose de los cables viejos de la telefónica, dice - acá estoy-. Es un tordo, en ayunas, lindo solo armónico en registro tenor, se manda. Él no sabe que canta. No saben, ellos. Autos pasan. Un conductor, hastiado, bebe Furadan con un pedazo de molleja frente al Banco Provincia y baja el bolo de achura masticado con un litro de gas oil. Comienza el día.”

Relataba un conductor radial en el pueblo de Tapalqué, mientras quedaba sin música en el aire de la FM. Una guerra pero ya sin mundos.
Ningún macondo, ni cañadón, ni Aleph.
Petróleo en el inodoro del pueblo bonaerense.
Antropomorfia de repente: una urna a los gritos, en la calle, suplica la boleta de la vida.

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