De un paso ¿Y que viene?
El paso. El primer hombre, único en mover el primer pie
sobre el suelo para pronunciar su calidad de ser animado.
Su primer discernir para ver detrás de las hojas los
escritos de un futuro hoy pasado; con papiros, frutos del árbol acuoso que se cruzaba ante su discernir.
El primer hacer, su búsqueda detrás de la fluctuante verdad,
fluctuante, pero ahí… verdad que detiene el paso del primer hombre
¿El primer hombre ?
Su deber... “Putrefacto y lleno de viles construcciones ¡El
deber! Bella ignominia” Dice el martillo, enojado, queriendo romper al deber.
“¿Y si el martillo tiene razón?” Dice su eco.
El eco, el
único que extiende su disonante pervivir; efímero al oído del primer hombre,
pero disonante al fin; tajante y sabio como su remanente persona de calidad
sinestesicamente plateada
El martillo tal vez sirva para romper el panoptico del
silencio y el voraz eco ,algún día, se lo comerá. Porque es el, si; el es el producto de aquel
martillo que rompe con el deber de mirar.
Ya somos varios hombres nadando en ríos de lava con pretensiones de confluir en
el agua, para calmar la carne, para ser primerxs hombras, para nacer, de un paso
Autor: Federico Kuartelli
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