Me desperté sin mañanas. Detrás de mi ventana pude ver como
los demás, obsecuentes al dictamen, se acercaban a la rutina.
Quise llegar, pero no pude. La escalera descendía mas rápida
que yo. Todo, pero absolutamente todo, se me escapaba. Corría en sentido fijo,
nunca llegaba; tenia la extraña sensación de irrealidad. Mi pecho oprimido por
la angustia de querer y no poder, amenazaba mi existencia. Sentía una
segregación hacia el resto, una terrible separación existencial que no me permitía
ser parte del giro elíptico de la tierra al sol.
La intensidad, el frenesí, que radicaba en mi intención de
querer y no poder, se acrecentaba.
De pronto escuche un estridente golpe, abrí los ojos ,
estaba dentro de una caja, la sensación de lejanía continuaba.Todo se
me hacia menos perceptible. Lo único que me quedaba era la idea de que yo tenía
que llegar, pero me lamentaba y no podía salir de esa caja, no sabia donde
estaba. Me preguntaba- ¿Que había pasado?-
Yo , pretendía formar parte de la rutina
Todo tipo de acción que quería iniciar, era ventajosamente más
rápida en el tiempo que yo. El sonido de mi corazón se sincronizaba con el
reloj lejano que imposilitaba mi emancipación hacia la vorágine.
Ahora estoy aquí, contento, llegando temprano a la expiación, sabiendo
que son las 8 de la mañana, por que a las nueve estaré en el periodo de mi
descanso, por ganas, por costumbre.
tremendo sería despertarse sin mañanas!!!
ResponderEliminar"despacio, también podés ser la luna"
Je!
ResponderEliminarQuerido Wolf!
Que grande el flaco!