miércoles, 25 de abril de 2012

Por costumbre


Me desperté sin mañanas. Detrás de mi ventana pude ver como los demás, obsecuentes al dictamen, se acercaban a la rutina. 
La noche anterior yo había preparado todo, había acomodado mis zapatos debajo de la cama, la corbata estaba intacta, tenía que llegar a las 10 a mi trabajo.
Quise llegar, pero no pude. La escalera descendía mas rápida que yo. Todo, pero absolutamente todo, se me escapaba. Corría en sentido fijo, nunca llegaba; tenia la extraña sensación de irrealidad. Mi pecho oprimido por la angustia de querer y no poder, amenazaba mi existencia. Sentía una segregación hacia el resto, una terrible separación existencial que no me permitía ser parte del giro elíptico de la tierra al sol.
La intensidad, el frenesí, que radicaba en mi intención de querer y no poder, se acrecentaba.
De pronto escuche un estridente golpe, abrí los ojos , estaba dentro de una caja, la sensación de lejanía continuaba.Todo se me hacia menos perceptible. Lo único que me quedaba era la idea de que yo tenía que llegar, pero me lamentaba y no podía salir de esa caja, no sabia donde estaba. Me preguntaba- ¿Que había pasado?-
Yo , pretendía formar parte de la rutina
Todo tipo de acción que quería iniciar, era ventajosamente más rápida en el tiempo que yo. El sonido de mi corazón se sincronizaba con el reloj lejano que imposilitaba mi emancipación hacia la vorágine.
Ahora estoy aquí, contento, llegando temprano a la expiación, sabiendo que son las 8 de la mañana, por que a las nueve estaré en el periodo de mi descanso, por ganas, por costumbre.

2 comentarios:

  1. tremendo sería despertarse sin mañanas!!!
    "despacio, también podés ser la luna"

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  2. Je!

    Querido Wolf!

    Que grande el flaco!

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arbolengo